
Viktor Frankl escribió esta obra en 1946 tras su paso por los campos de concentración de la 2ª guerra mundial.
Su relato, fuerte, vivo y desgarrador pero lleno de esperanza es tan actual hoy día como cuando él lo escribió.
¿Tiene mi vida sentido? ¿tiene sentido lo que hago a diario? Si no encontramos la respuesta a estos interrogantes nunca podremos ser felices. No existen vidas «sin sentido» pero cada uno debe descubrir el suyo en el amor.
«No hay nada en el mundo que capacite tanto a una persona para sobreponerse a las dificultades externas y a las limitaciones internas, como la consciencia de tener una tarea en la vida.» (V. Frankl)